TU existes por qué existe la fotosíntesis
Por: Jorge Jhonson
Le debemos nuestras vidas a la fotosíntesis. Esa fue a la conclusión que llegué leyendo en el libro LIFE de Purves, Sadava, y otros autores.
En uno de mis blogs anteriores escribí que cuando empezaron a aparecer los primeros experimentos de vida acá en la tierra, todos los seres vivos (estructuras unicelulares llamadas procariotes por no tener núcleo), no podían abandonar el mar porque la letalidad de los rayos ultravioleta emitidos por el Sol las destruirían. Mientras estos seres estaban en el mar, hace 2500 millones de años comenzaron a aprovechar la luz del sol para metabolizar energía. Este aprovechamiento de la luz solar es lo que hoy llamamos fotosíntesis.
Lo bonito de todo este cuento es que el oxígeno gaseoso (O2) era el residuo de la fotosíntesis. El ambiente terrestre se fue llenando poco a poco de este letal gas. Sin embargo, comenzaron a evolucionar procariotes que toleraban este veneno. Aparecieron procesos metabólicos aeróbicos (basados en oxígeno) más eficientes que los anaeróbicos (que no usan oxigeno), y es por eso que fue cuestión de tiempo (mucho tiempo), para que este proceso de emitir residuos emitiera importantes cantidades a la atmósfera.
Tanto O2, poco a poco permitió la aparición de Ozono(O3) que se comenzó a formar hace 800 millones de años, y que se empezó a acumular en capas superiores de la atmósfera. Esta capa como hoy sabemos, es un escudo contra los letales rayos ultravioleta, y fue debido a este escudo que los organismos pudieron empezar a salir del mar y así poder poblar también las áreas terrestres.
Los procesos aeróbicos mencionados, al ser más eficientes que los anaeróbicos, permitieron que los procariotes evolucionaran en tamaño, lo que permitió también la aparición de esquemas de canivalismo entre procariotes. Este fue el comienzo de los eukariotes, pero dejemos ese tema otro blog.
Por: Jorge Jhonson
Le debemos nuestras vidas a la fotosíntesis. Esa fue a la conclusión que llegué leyendo en el libro LIFE de Purves, Sadava, y otros autores.
En uno de mis blogs anteriores escribí que cuando empezaron a aparecer los primeros experimentos de vida acá en la tierra, todos los seres vivos (estructuras unicelulares llamadas procariotes por no tener núcleo), no podían abandonar el mar porque la letalidad de los rayos ultravioleta emitidos por el Sol las destruirían. Mientras estos seres estaban en el mar, hace 2500 millones de años comenzaron a aprovechar la luz del sol para metabolizar energía. Este aprovechamiento de la luz solar es lo que hoy llamamos fotosíntesis.
Lo bonito de todo este cuento es que el oxígeno gaseoso (O2) era el residuo de la fotosíntesis. El ambiente terrestre se fue llenando poco a poco de este letal gas. Sin embargo, comenzaron a evolucionar procariotes que toleraban este veneno. Aparecieron procesos metabólicos aeróbicos (basados en oxígeno) más eficientes que los anaeróbicos (que no usan oxigeno), y es por eso que fue cuestión de tiempo (mucho tiempo), para que este proceso de emitir residuos emitiera importantes cantidades a la atmósfera.
Tanto O2, poco a poco permitió la aparición de Ozono(O3) que se comenzó a formar hace 800 millones de años, y que se empezó a acumular en capas superiores de la atmósfera. Esta capa como hoy sabemos, es un escudo contra los letales rayos ultravioleta, y fue debido a este escudo que los organismos pudieron empezar a salir del mar y así poder poblar también las áreas terrestres.
Los procesos aeróbicos mencionados, al ser más eficientes que los anaeróbicos, permitieron que los procariotes evolucionaran en tamaño, lo que permitió también la aparición de esquemas de canivalismo entre procariotes. Este fue el comienzo de los eukariotes, pero dejemos ese tema otro blog.